“los siete cielos dónde
habitan los ángeles”
Aunque hay ángeles en todas
las dimensiones, tradicionalmente se piensa que habitan siete cielos; esta
creencia forma parte de todas las tradiciones religiosas monoteístas. Islamismo,
cristianismo y judaísmo. Dios habita en el séptimo cielo. La tradición de los
siete cielos se remonta, aproximadamente, siete mil años en el tiempo, hasta
los días de sumeria. La civilización sumeria de Mesopotamia dio lugar a las
civilizaciones asiria, babilonia y caldea, que a su vez influyeron en todas las
religiones y en la angelología del próximo oriente.
Los siete cielos son los
reinos espirituales. Muchos de los nombres de los siete cielos se encuentran en
el Antiguo Testamento y se derivan de la palabra “Cielo”
PRIMER CIELO: VILÓN – DEL LATÍN VELUM – “VELO”
Es el más bajo o
inferior de los cielos y está asociado con los ángeles planetarios y con los
ángeles que gobiernan las estrellas y los fenómenos naturales, como el tiempo
atmosférico, el viento y el agua.
Está regido por el
arcángel Gabriel y se dice que es el paraíso donde Adán y Eva habitaron originalmente,
y donde crecen el árbol de la vida y el árbol del conocimiento.
Segundo cielo: raqia – “extensión”
Para algunos, este es el
lugar que acoge a los pecadores que esperan el día del juicio. Los ángeles del
zodiaco rigen sobre esta esfera, que es donde se mantienen prisioneros a los
ángeles caídos. Según la tradición islámica, Juan el Bautista vive en Raqia.
Este cielo está regido por los arcángeles Rafael y Zachariel.
Tercer cielo: shechakim o shehaqim – “los cielos”
Cuando Jesús fue bautizado,
vio abrirse los cielos y el Espíritu Santo descendió sobre él.
Es un cielo extraño,
puesto que el infierno se encuentra en su región norteña. Un río de llamas recorre
esta tierra helada, y es aquí donde los ángeles castigan a los malvados. El
ángel Anahel gobierna este dominio, junto con Jagniel, Rabacyle y Dalquiel, los
tres Sarim (Príncipes en hebreo), una orden de “ángeles
cantores”. En la mitad sureña hay un paraíso, este jardín celestial tiene una
puerta de oro (las famosas “puertas de perlas”) por la que pasan todas las
almas perfeccionadas cuando mueren. Por él fluyen los dos ríos: el río de leche
y miel y el río de aceite y vino.
Cuarto cielo: zebhul – “la excelsa morada”
Está gobernado por el arcángel
Miguel. Es donde se sitúa la “Jerusalén celeste”: el altar y templo de Dios. La
ciudad de Cristo, según la visión apocalíptica de San Juan, es una ciudad de
oro con doce muros que la rodean circularmente y doce muros dentro de éstos,
puntuados por doce puertas de gran belleza. La ciudad está rodeada por cuatro
ríos: de miel, de lecha, de vino y de aceite.
Quinto cielo: machón – “La morada”
Regido por el arcángel
Sandalphon, es donde grandes coros de ángeles cantan alabanzas a Dios por la
noche y los elegidos de Dios cantan sus alabanzas de día. Algunos de los
ángeles caídos también están cautivos aquí.
Sexto cielo: makón – “el lugar”
Regido por Zachiel, es
donde se almacenan los registros akáshicos. Éstos registran todo lo ocurrido en
la Tierra, e incluyen tanto los actos de cada individuo que hay vivido alguna
vez en el planeta como los castigos recibidos y las recompensas generadas
(Karma).
Séptimo cielo: araboth – “Las nubes”
Está regido por Cassiel,
el ángel de soledad y lágrimas, y uno de los que rigen el planeta Saturno. Es la
morada de Dios, el trono y el absoluto Santo de los Santos. Las ordenes más
elevadas de ángeles, serafines, querubines y tronos habitan aquí y también es
la morada de los espíritus benditos y de las almas no nacidas.
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